Buenas
amigos de la nave del misterio. Hoy en este blog habrán comentarios paranormales, como viene siendo habitual. He estado raramente viendo la tele esta tarde un documental de esos que da la 2 por las tardes, lo malo que era de
Jara y Sedal. No me atrae mucho la caza, pero me he limitado a verlo.
La caza siempre me ha parecido cruel, para mi no es un deporte ni ese nombre debería de tener. Me parece un acto de cobardía frente a los animales (vale que sea un coto, pero me da igual) el pegarle un tiro y luego mostrar a los pobres animales muertos como trofeo de una tarde o de un torneo tirando unos tiros al aire.
El documental nos contaba la vida de dos de los mejores en una especialidad. Resaltan que es raro que haya una amistad entre ellos dos, pues, en la caza por lo visto siempre hay rivalidad (como no,
deporte viril donde los haya) y que era sorprendente el trato entre esos dos cazadores. Mi pregunta es la siguiente: ¿Estas dos personas son conscientes de lo que hacen? Quizás si, pero, pese a que estén en un coto... Macho, no estás respetando la vida animal. Vale que haya que matar para comer, pero para eso ya están las companías y los ganaderos que se dedican a ello. Matar por diversión y por disfrute a un animal me parece la mayor gilipollez que se le puede pasar a un ser humano, después está que se maten entre ellos (entre humanos, aunque eso ya se puede tildar de hijo de puta y de un malnacido, aquí también entran esos bastardos que maltratan a las mujeres).
Me ha parecido tan impactante un simple documentalucho de
Jara y Sedal que me he pasado toda la tarde pensando, y no es para menos. Al menos en la pesca no matas si eres rápido sacando el pez del anzuelo sin hacerle daño y devolverle al mar. Me encanta la pesca, pero desgraciadamente ya se organizan menos
pesqueras de esas de madrugada, en la que disfrutas de una brisa marina, las estrellas... Y de una buena provisión de comida (los noctámbulos tenemos ese defecto), y sin olvidarme de la companía, que es esencial. Ojalá se haga una pronto, aunque supongo que en verano habrá una, como suele ser habitual todos los años.
Son sorprendentes también las partidas que uno juega a la consola. Esta tarde he presenciado como mi equipo estaba
super tarjeteado (más de 6 jugadores con tarjeta amarilla, 2 de ellos acabaron expulsados) y una orgía de faltas sin precedentes en los partidos que llevo jugando. Siempre me salvo cuando voy en situación adversa, no sé como me envalentono y aguanto hasta el final con el equipo desquebrajado y muchos huecos sin cubrir. Se podría decir que la
diosa fortuna esta tarde estaba de mi lado. Si el árbitro fuera real, seguro que militaba en la liga española, menudo festín se ha dado sacando tarjetas de su bolsillo... Al igual que señalando faltas.
El momento más absurdo del post diario. Esas palabras al angelito. Hoy le toca turno a Becker (no tengo inspiración hoy), que aunque no me gustan mucho las poesías, ha sido siempre de mi simpatía este autor. Hoy van varias, una larga y otra corta:
RIMA XVISi al mecer las azules campanillas
de tu balcón,
crees que suspirando pasa el viento
murmurador,
sabe que, oculto entre las verdes hojas,
suspiro yo.
Si al resonar confuso a tus espaldas
vago rumor,
crees que por tu nombre te ha llamado
lejana voz,
sabe que, entre las sombras que te cercan,
te llamo yo.
Si se turba medroso en la alta noche
tu corazón,
al sentir en tus labios un aliento
abrasador,
sabe que, aunque invisible, al lado tuyo,
respiro yo. RIMA XXVIIDespierta, tiemblo al mirarte;
dormida, me atrevo a verte;
por eso, alma de mi alma,
yo velo mientras tú duermes.
Despierta, ríes, y al reír tus labios
inquietos me parecen
relámpagos de grana que serpean
sobre un cielo de nieve.
Dormida, los extremos de tu boca
pliega sonrisa leve,
suave como el rastro luminoso
que deja un sol que muere.
¡Duerme!
Despierta, miras y al mirar tus ojos
húmedos resplandecen
como la onda azul en cuya cresta
chispeando el sol hiere.
Al través de tus párpados, dormida,
tranquilo fulgor vierten,
cual derrama de luz, templado rayo,
lámpara transparente.
¡Duerme!
Despierta, hablas y al hablar vibrantes
tus palabras parecen
lluvia de perlas que en dorada copa
se derrama a torrentes.
Dormida, en el murmullo de tu aliento
acompasado y tenue,
escucho yo un poema que mi alma entiende.
¡Duerme!
Sobre el corazón la mano
me he puesto porque no suene
su latido y de la noche
turbe la calma solemne.
De tu balcón las persianas
cerré ya porque no entre
el resplandor enojoso
de la aurora y te despierte.
¡Duerme! Para terminar este recital de poesías halagadoras (que se las merece), he aquí un fragmento de
Serenata Astrológica de "Les Luthiers":
"Por conformarte yo te daría la Luna, asteróides, aerolitos, Orión con las tres Marías, la osa mayor, con el oso y los ositos. Por ti yo me haría astrónomo, por ti me iría a Urano, a vivir con los uronos. Por complacer tu pedido me iría a Plutón a vivir
emplutecido. Nos pondremos los anillos, los anillos de Saturno, y si al hacer el
desayurno quieres leche, te daré la Vía Láctea... ¡¡Espero que te aproveche!!".
Todas las palabras que le dedique son pocas, aunque hoy van en forma de poesía. Sé que nunca me contraatacará, aunque si lo hiciera me caía de bruces al suelo, pero ya que ella no es muy dada a ello... Yo lo hago, pero a ella. El próximo día otra entrega, a ver que se me ocurre para la próxima vez.
Que os sea leve.