miércoles, marzo 21, 2007

Aceptación

El aburrimiento mata, al igual que lo hace el amor. La diferencia entre una situación u otra es que en una sientes una ansiedad enorme, la cual hace que entres en un estado de depresión, confusión y unas ganas de acabar con tu vida enormes (al no tener nada, apoyo, gente a tu lado... te hace llegar a esos extremos). En la otra situación estás en otro mundo, absorto por ese cariño que procesas a alguien y lo único que haces es actuar mediante el corazón y no con cabeza.

Al primer extremo (el aburrimiento) he llegado yo. Una vida sin alicientes, sin ningún tipo de situación que haga que las cosas sean diferentes. Ponerse una película tras otra o estar en el ordenador agilipollado escuchando música que reoyes mil veces... No es la mejor manera para pasar tu tiempo libre. Salir a la calle a tomar un poco de aire tampoco me seduce (no tengo agorafobia) entre que lo haces solo (no me queda otra) y encima ya estás harto de ver el mismo paisaje, los mismos pasos de cebra, los mismos lugares... Eso sólo hace que estés aún más jodido si cabe. A parte, no hay nada atractivo en sus calles como para poder decir "Me voy a dar una vuelta".

Si piensas en quedar con alguien... Empieza a rezar, puesto que seguro que están liadísimos con sus amiguitos o tienen un plan mejor que darle a un gilipollas como yo unas horas de respiro a esa soledad que me persigue cada día y parece no tener fin. No es que me ponga en plan de dar pena, intento contar estas cosas con cierta ironía, aunque en estos momentos me siento algo decaido. Lo único que eres es una herramienta útil para los demás, de esas de usar y tirar. Como una Polaroid. Siempre hay que estar para que la gente que te necesita, nunca al contario (una ironía tan extraña como que Carmen de Mairena es mujer en vez de un travestido).

Llega el fin de semana y tienes ganas de marcha (vamos, de hacer algo diferente, salir de la rutina) y saber que no tienes a nadie con el cual poder pasar el rato, echarte unas risas, desahogarte... Hace que lleguemos al estado de ansiedad que he dicho antes. No soy fumador, así que quitarme esa ansiedad se hace harto difícil, y las uñas hay veces que no crecen lo suficiente como para poder mordérselas. Así que ¿Qué hace uno en ese estado? ¿Cómo se libra uno de esa situación en la que corazón y alma quieren de salir de tu cuerpo y te falta el aire? Es como la existencia de Dios, no se sabe con certeza pero se da por hecho que existe.

Siempre nos quedará Fresno...